Las plagas de mosquitos son la pesadilla de todos los veranos. Sobre todo para aquellos a los que siempre les pican, estén donde estén. Pero no solo molestan sus picadura, ese zumbido tan desagradable en mitad de la noche es el drama de muchos.
No podemos decir que eliminar los mosquitos sea algo sencillo. De hecho, no existe hasta la fecha un tratamiento químico que acabe con ellos. La mejor solución es tratar de detectar el foco de reproducción. Los mosquitos ponen sus huevos en aguas estancadas. Pueden encontrarse, por ejemplo, en el agua que se estanca en los maceteros de las plantas; en estancamientos de agua en el césped si se riega en exceso; fuentes ornamentales, bebederos de nuestras mascotas y en general cualquier pequeña acumulación de agua parada.
Por eso es importante no mantener agua estancada mucho tiempo. En ocasiones, este estancamiento es inevitables (fuentes, estanques). En estos casos, existe un tratamiento que elimina las larvas de los mosquitos antes de que se conviertan en adultos. Consiste en aplicar un larvicida al agua que los mosquitos suelan usar como criaderos, creando una película sobre el agua que impide que las larvas respiren. De esta manera impedimos que la población de mosquitos crezca, reduciendo así la plaga.
Muchas veces no es posible detectar el criadero de mosquitos. Los mosquitos pueden desplazarse a grandes distancias, por lo que es posible que tengan su lugar de cría muy alejado de la zona donde se ven los adultos. Para estos casos, se pueden colocar trampas de captura que minimicen la presencia de mosquitos. Existen diversas trampas en función del entorno en el que se van a colocar. Estas trampas son eficaces sobre todo en exteriores: jardines, patios, terrazas.