Cuando se da un brote de legionelosis, el primer paso es detectar el origen de la infección. Una vez se sabe con certeza de dónde viene, es fundamental contactar con las empresas de control de legionella.
Es importante avisar a las autoridades pertinentes cuando se detectan varios casos de legionella que puedan estar relacionados entre sí. Observando las similitudes entre los contagiados podremos detectar de dónde viene la bacteria. La instalación contaminada debe tratarse lo antes posible para evitar más contagios y desencadenar una epidemia. Las empresas de control de playas son especialistas en tratar estas situaciones y ponerles remedio. Además, sanidad controlará en todo momento la instalación y si se ha tratado correctamente. Por este motivo, conviene tener cerca una empresa profesional que te asesore y certifique los trabajos de control de legionella.
La legionelosis es una infección respiratoria que puede convertirse fácilmente en epidemia. Esto se debe a que es muy fácil que se contagien muchas personas al mismo tiempo. Cuando una instalación de riesgo para la legionella está infectada por la bacteria, puede propagarla con gran rapidez.
Esto ayuda a que la bacteria no alcance niveles peligrosos para la salud. Es importante saber que no se contagia por beber agua o de una persona a otra. Únicamente es contagioso si se inhalan vapores o micro gotas que contengan la bacteria. Como los que producen por ejemplo los aspersores de los jardines. Otro sistema de riesgo serían las bañeras de hidromasaje que suele haber en los hoteles.
Realizando los tratamientos pertinentes y analíticas periódicas según las indicaciones del RD 865/03, se puede prevenir la legionelosis. Si necesitas más información puedes ponerte en contacto con Ambiplaga en el 952262542 o a través de WhatsApp.