Estos animales son extremadamente inteligentes, además de desconfiados. La combinación perfecta para convertirlos en una plaga, en ocasiones, difícil de controlar. Es muy común que las trampas y venenos que se colocan no tengan ningún resultado los primero días, sobre todo en plagas de ratones. Por ello, es conveniente planificar una revisión 15 días después del primer tratamiento. Se recolocarán trampas y se probará distintos cebos si no se ha obtenido el resultado deseado. El objetivo es que el roedor se familiarice con el cebo y lo coma o caiga en alguna trampa de captura.
Lo más común es que los tratamientos contra roedores tarden en ser efectivos entre 7 y 15 días. Dependerá de las condiciones de la zona afectada y del comportamiento de los roedores, que es imprevisible. Si la plaga puede encontrar alimento fresco en el entorno, es menos probable que coma del cebo que se coloque. Es importante extremar la limpieza y sellar cualquier hueco por el que puedan estar accediendo estos animales.
Los ratones y ratas, por su fisiología, sienten la necesidad de roer cualquier cosa para limar sus dientes, que nunca dejan de crecer. Pueden ocasionar graves daños en instalaciones de luz o Internet y es bastante frecuente que lo hagan. Por este motivo es importante mantener a raya a estos animales. Ambiplaga ofrece servicios de mantenimiento de control de plagas enfocados a impedir que las plagas de roedores se extiendan.