Cuando se detecta un problema de plagas, lo primero es identificar de que tipo de plaga se trata. Determinar el tipo de especie nos ayudará a saber cuál es el mejor tratamiento en cada caso. Ya que no se realiza el mismo tratamiento para controlar una plaga de cucarachas que para una plaga de roedores. Incluso siendo una plaga de cucarachas, se empleará una técnica distinta en función del tipo de cucaracha. Por ejemplo, si se trata de cucaracha alemana o «rubia», las que son de pequeño tamaño. En este caso, usaremos un tratamiento mediante gel insecticida, el más eficaz para esta plaga. Por otro lado, si las cucarachas que vemos son de gran tamaño, las llamadas «volantonas», será necesario un tratamiento mediante insecticida pulverizado.
Lo mismo ocurre con las ratas y los ratones. Pese a pertenecer a la misma familia, presentan comportamientos distintos. Por lo que en función del tipo de roedor que queramos eliminar, emplearemos unas técnicas u otras. Variando el tipo de actuación hasta obtener los resultados deseados. Los roedores no reaccionan siempre del mismo modo ante un tratamiento de desratización. Lo que ha surtido efecto, puede no tenerlo en otra ocasión.
Si no tienes muy claro cuál es el tipo de plaga que te está afectando, contacta con una empresa de control de plagas en Málaga. Ambiplaga ofrece asesoramiento gratuito. Te ayudaremos a determinar tu problema y te ofreceremos la mejor solución. Puedes contactar con nosotros en el teléfono 952 26 25 42 o a través de Whatsapp.