Cuando una instalación se considera de riesgo frente a legionella es porque en su funcionamiento producen vapor de agua. El riesgo viene porque la legionelosis se contagia a través de las microgotas que forman los vapores o los aspersores de agua. Estas microgotas se pueden inhalar muy facilmente al respirar. De esta forma la bacteria entra en el sistema respiratorio provocando una infección. Las empresas de control de legionella deben estar al día en materia de normativa, tratamientos y requisitos de cada instalación.
Este tema es especialmente delicado en lugares con mucho tránsito de personas. Por ejemplo, hospitales, hoteles o balnearios. Esta bacteria tiene la capacidad de infectar a una gran cantidad de personas a la vez, de ahí la importancia que tiene prevenirla y controlarla. Para prevenir la aparición de esta bacteria, es fundamental realizar trabajos de limpieza y desinfección de las instalaciones. Estos trabajos deben hacerse al menos una vez al año. Normalmente van acompañados de una serie de análisis del agua para detectar la presencia o ausencia de la legionella.
Si los análisis dan positivo en presencia de la bacteria, deberá realizarse un tratamiento de control de legionella inmediatamente. Además deberá repetirse las analíticas una vez hayan transcurrido, al menos, 15 días del tratamiento. Para que todas estas acciones se realicen con la mayor urgencia posible, conviene contar con empresas de control de legionella de confianza. La empresa se encargará de organizar el tratamiento concreto que haya que realizar según los resultados de los análisis que han dado positivo.
Ambiplaga es una empresa referente en el control de legionella. Te asesoramos durante todo el proceso, antes, durante y después del tratamiento. Puedes solicitar más información y presupuesto sin compromiso llamando al 952 26 25 42. También puedes enviar un mensaje a través de nuestro formulario de contacto o Whatsapp.