Si eres el dueño de una instalación de riesgo, necesitas el certificado de control de legionella. Para obtenerlo, es imprescindible que contrates los servicios de una empresa homologada y aprobada por la Junta de Andalucía.
Ante una inspección de sanidad, el no tenerlo incurrirá en multas económicas. Pero ese no es el único motivo por el que deberías tener el certificado. Una instalación mal cuidada puede suponer un grave riesgo para la salud de los usuarios de la misma.
La legionella prolifera en sistemas que albergan agua estancada. Es más probable que la bacteria se reproduzca si dicha instalación no cumple con la normativa recogida en el Real Decreto 865/03. Para prevenir un brote de legionelosis, debe realizarse una limpieza y desinfección al menos una vez al año. Este proceso te permite obtener el certificado necesario antes una inspección de sanidad.
El tratamiento necesario para eliminar la bacteria de las instalaciones, puede realizarse de dos formas. Por un lado, puede hacerse un tratamiento químico, con productos desinfectantes, normalmente cloro. Por otro lado, si la instalación lo permite, puede hacerse un choque térmico. Esto consiste en elevar la temperatura del agua hasta los 60ºC y hacerla circular por todo el circuito. A esa temperatura, la bacteria muere. Cada sistema de agua tiene unos requisitos, las empresas de control de legionella aplicarán el tratamiento que mejor se adapte a cada cliente.
Si necesitas contratar servicios de control de legionella, evaluaremos la instalación y te ofreceremos un presupuesto a medida. Ambiplaga es una empresa homologadas por la Junta de Andalucía. Todos nuestros trabajos están certificados. Solicita más información llamando al 952 26 25 42 o enviando un mensaje a través de nuestro formulario de contacto. También puedes escribirnos en WhatsApp.