Ya conoces el dicho: mejor prevenir que curar. Con las chinches conviene tener muy presente este consejo, porque son una plaga muy complicada de erradicar.
Estructura de cama llena de excrementos de chinche.
Durante muchos años, las chinches han estado prácticamente desaparecidas. Pero con la llegada de los vuelos «lowcost» y la facilidad para realizar viajes internacionales, esta plaga se ha propagado. Una de las formas más comunes de infectar tu casa con chinches, es un viaje reciente. Cuando un cliente llama para solicitar un tratamiento contra chinches y preguntamos si ha viajado en los últimos meses, la respuesta suele ser afirmativa. Estudios han demostrado que las chinches se sienten atraídas por el olor corporal que queda impregnado en nuestra ropa sucia. Cuando vamos de viaje, nuestra maleta se convierte en un medio de transporte perfecto para las chinches. Sin darnos cuenta, deshacemos la maleta y estas indeseadas visitantes se acomodan en nuestra cama, a la espera de que nos vayamos a dormir para darse un festín.
Lo mejor para prevenir una plaga de chinches, es tener mucho cuidado con el equipaje cuando volvemos de viaje. Lavar toda la ropa, sucia o no, a 60ºC durante, al menos, 20 minutos matará cualquier chinche. En ningún caso debemos llevar la maleta al dormitorio, para evitar que las chinches se escondan en nuestra cama. Puede resultar útil, deshacer la maleta en la bañera o la ducha, si es blanca, veremos las chinches perfectamente, puesto que son oscuras.
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